LO INÉDITO, LO ATÍPICO Y LOS DELFINES DE QUIRINO.
Por Felipe Guerrero Bojórquez.�
Hay quienes opinan que el gobernador Quirino Ordaz aún no tiene candidato a la gubernatura. O que ya es muy tarde para afianzar a su delfín. Claro que ya tiene al menos tres alfiles porque no ocupa, a estas alturas, como antes, tener solo a uno ya queal final de cuentas él va a decidir y no el PRI. Se aclara: En esta entrega solo se analiza las expectativas de los que tienen más posibilidades y que están dentro del gabinete. O el caso particular de Jesús Valdez, dirigente estatal del PRI.
Es más, el tricolor, por si mismo, está incapacitado para tomar las mínimas decisiones, para convocar y para debatir lineamientos al interior. Sencillamente no tiene vida interna y su movilidad, sus estructuras, dependen totalmente del ejecutivo. Antes, al menos, en el PRI había manifiestas corrientes de contrapeso, lo que hoy se reduce al levantamiento tímido de manos aisladas que buscan participar en el proceso electoral.
Esta vez todo será atípico, la forma y el fondo, no solo por las nuevas condiciones políticas del país sino porque, por encima de ello, la crisis de salud y económica ha abonado aún más a la decepción ciudadana de frente a todas las estructuras partidarias. “Mucho pueblo para tan pocos líderes”, diría López Obrador.
Incluso, contrario a lo que ocurría en el pasado, los ritmos y los tiempos los marcarán absolutamente los gobernantes porque los partidos, incluyendo MORENA, se han quedado relegados y ya no influyen preponderantemente en el resto social. Por eso, si alguien piensa que a los gobernadores salientes, todos ellos de oposición, se les acabará el poder al momento de nombrar candidatos, están muy equivocados.
�Ni el PRI, ni el PAN, el PRD o MORENA, están en la circunstancia de establecer condiciones electorales. Es tanta su crisis, que la agenda y el rumbo de la política en sus estados la establecen los gobernadores y en el país el Presidente. Sinaloa es el mejor ejemplo de ello.�Por eso Quirino Ordaz, no solo no perderá poder al momento de nombrar candidato, sino que es muy probable que lo consolide de frente a sus aliados partidarios, que dependerán absolutamente de él. En política el que tiene el poder distribuye y el que paga manda.
El dinero ya no está en los partidos, está en los gobiernos y en los empresarios vinculados a ellos. Antes, sobre todo en la era priista, el Presidente en turno nombraba al candidato a gobernador. Incluso la candidatura del propio Quirino fue decisión presidencial y a él le tocó vivir la cargada a su favor. Y pese a que el gobierno de Mario López Valdez fue de chile, de dulce y de manteca, lo apoyó de manera importante. Quirino era poco conocido, pero la estructura, su discurso campechano y su perfil ciudadano lo hicieron ganar.
Es probable que de nuevo a eso se atenga.�Hoy le toca a él decidir y lo hará estirando al máximo la liga. Se nota a leguas que Quirino no tiene prisa porque sabe que en su momento desde palacio, más que desde el PRI o el “cuartel de guerra” (Si es que hay), se dará seguimiento y evaluación a la campaña de quien sea el elegido. De ese tamaño.
Si alguien preguntara quien tiene más estructura, el Puro Sinaloa de Quirino o el PRI, la respuesta sería obvia: El gobernador tiene la suya y también la de su partido, incluyendo la de otros con los que mantiene acercamiento, especialmente con el PAN.�
Que habrá escisiones es cierto.�Que algunos priistas pueden correr hacia otros partidos, es muy probable, pero lo más real es que Ordaz Coppel siga con todas las canicas tricolor en la bolsa, incluidas también las azules y las pocas amarillas, por lo pronto.�No hay duda, las estructuras que jugarán en este proceso no son la de los partidos, sino las conformadas desde los gobiernos y desde los aspirantes con más influencias entre sus militancias y la sociedad misma. Los partidos políticos sólo serán la vía formal para los registros y estas decisiones quedarán absolutamente en manos de los que gobiernan.�Después de que los mexicanos votaron, no por un nuevo régimen, sino por un nuevo modelo de país y que, por lo mismo, se viven cambios estructurales, y luego de que la pandemia nos vino a cambiar la vida radicalmente, veremos, viviremos en los próximos meses circunstancias inéditas en el plano de la política.�En el Cantar del Mío Cid, “cuando Rodrigo Díaz de Vivar le dice a Alfonso VI: Muchos males han venido por los reyes que se ausentan… y el monarca contesta: Cosas tenedes, Cid, que farán fablar las piedras.”�LOS ASPIRANTES VISIBLES DEL GOBERNADOR QUIRINO.�1- Juan Alfonso Mejia López sería el candidato de una alianza compacta PAN-PRI-PRD-MC y PAS, en la perspectiva de jugársela en serio contra el candidato de MORENA. Es el más joven de todos, tiene carisma y también apoyos desde fuera de las siglas partidarias. Son, por cierto, Juan Alfonso Mejía y Rubén Rocha de MORENA, los aspirantes más competitivos entre la clase empresarial de Sinaloa.�2- Jesús Valdez Palazuelos sería candidato pero solo del PRI, con señales de negociación alterna y, por lo mismo, con debilidades evidentes. De todos los aspirantes, es el menos aceptado por los demás partidos opositores, aunque tiene a su favor que coordina una estructura que le puede funcionar positivamente en el desarrollo de la campaña. Una especie de si vas bien te apoyo, sino bay bay.�3- Sergio Torres Félix, sería el candidato menos probable del gobernador Quirino Ordaz, aunque está firme en la percepción de muchos ciudadanos porque, en todo caso, es quien tiene más peso específico en la militancia priísta e influencia entre sectores sociales vulnerables. Torres Félix apuesta su capital en el escenario nacional e igualmente pudiera ser propuesta de los partidos opositores. Lo traen ya en la mira la dirigencia nacional del PAN y Movimiento Ciudadano. Aquí el gobernador tendría que evaluar la rentabilidad electoral y sus compromisos en la cúpula entre el Secretario de Educación y el Secretario de Pesca. Vetar y proponer. Si es que decide enfrentar a MORENA.�Pero si Quirino opta por la estrategia de no meter las manos, es decir, solo comprometerse en ese sentido y dedicarse por completo a trabajar la entrega ordenada de su gobierno, Jesús Valdez Palazuelos sería un buen candidato para este propósito. Si gano la elección muy bueno; pero si la pierdo también bueno. Ganar ganar puede ser la divisa.�Desde luego, estos escenarios tendrían que ver estrictamente con las decisiones del gobernador, aunque dos de ellos, Juan Alfonso Mejía y Sergio Torres, tienen propuestas independientes.�Jesús Valdez en cambio, sería el aspirante más amarrado al PRI y solo por el PRI, porque hasta ahora los partidos de la alianza no lo han visto como su probable candidato.�Ya veremos.
Les recuerdo que en la próxima entrega analizaré las expectativas de los priistas fuera del gabinete con más posibilidades de obtener la candidatura a la gubernatura.